Fue una agrupación literaria, formada por cuatro poetas jóvenes ecuatorianos en las primeras décadas del siglo XX.Dos guayaquileños, Medardo Ángel Silva y Ernesto Noboa y Caamaño; y, dos quiteños, Arturo Borja y Humberto Fierro, fueron los precursores del Modernismo en el Ecuador. Estos cuatro escritores fueron grandemente influenciados por el movimiento modernista de Rubén Darío y la poesía simbolista francesa de finales del siglo XIX.
La figura máxima del Modernismo Fue -Rubén Darío- daba el fecundo ejemplo: fundía en una nueva realidad los elementos del romanticismo, del simbolismo, del parnasianismo, del naturalismo, O sea de todo aquello que ofrecía el laboratorio intelectual de Francia. Para conseguirlo era menester la condición superior de Darío, que reducía a una admirable unidad lo múltiple y desemejante, y mostraba el camino a su espontáneo discipulado americano. Igual destreza reveló enlazando los recursos
La figura máxima del Modernismo Fue -Rubén Darío- daba el fecundo ejemplo: fundía en una nueva realidad los elementos del romanticismo, del simbolismo, del parnasianismo, del naturalismo, O sea de todo aquello que ofrecía el laboratorio intelectual de Francia. Para conseguirlo era menester la condición superior de Darío, que reducía a una admirable unidad lo múltiple y desemejante, y mostraba el camino a su espontáneo discipulado americano. Igual destreza reveló enlazando los recursos
formales más antiguos de la poesía castellana con los acentuadamente modernos y revolucionarios.
Generacion Decapitada -Video
La Generación de los Decapitados asimilaron entonces de manera directa expresiones poéticas de actitud inadaptada, enfermiza, de algunos de sus autores. Ello les comunicó afinidad con los grupos modernistas que hacía poco habían declinado en las otras naciones de Hispanoamérica. Baudelaire, Verlaine, Mallarmé, Samain, Laforgue fueron nombres que se invocaron familiarmente entre los poetas de esa generación ecuatoriana. La elegancia en la frase lírica, el sortilegio musical, el trémolo de los amores infortunados, la ansiedad de partir hacia horizontes desconocidos, un hastío prematuro de todo, les hizo coincidir en sus preferencias de poetas y aun en sus destinos humanos. Hubo entre ellos una evidente unión generacional. Por eso el que juzga al Modernismo en el Ecuador tiene que apreciar de modo insoslayable a sus cuatro autores representativos: Arturo Borja, Ernesto, Noboa Caamaño, Humberto Fierro y Medardo Ángel Silva. Fueron semejantes hasta en su tragedia personal: los cuatro murieron jóvenes, y dos de ellos -Borja y Silva- se suicidaron antes de cumplir sus veintiún años
A esta generación se la denominó «decapitada» por el hecho de que todos estos poetas murieron a muy temprana edad, Silva a los 21, Borja a los 20, Fierro a los 39, Noboa a los 38; y porque la muerte de los cuatro fue por mano propia. Cabe destacar el hecho de que aunque ellos se conocieron en vida e incluso se dedicaron poemas mutuamente, nunca se reunieron para crear propiamente una agrupación literaria.
El término «generación decapitada» nació a mediados del siglo XX, cuando algunos periodistas e historiadores ecuatorianos decidieron nombrarla al notar similitudes poéticas entre estos autores.
Estos cuatro escritores fueron grandemente influenciados por el movimiento modernista de Rubén Darío y la poesía simbolista francesa de finales del siglo XIX. Todos leyeron en su lengua original a emblemáticos bardos franceses como: Baudelaire, Victor Hugo, Samain, Rimbaud y Verlaine.
Rubén Darío
Seudónimo del gran poeta nicaragüense Félix Rubén García Sarmiento, iniciador y máximo representante del Modernismo hispanoamericano. Su familia era conocida por el apellido de un abuelo, "la familia de los Darío", y el joven poeta, en busca de eufonía, adoptó la fórmula "Rubén Darío" como nombre literario de batalla.Con una dichosa facilidad para el ritmo y la rima creció Rubén Darío en medio de turbulentas desavenencias familiares, tutelado por solícitos parientes y dibujando con palabras en su fuero interno sueños exóticos, memorables heroísmos y tempestades sublimes. Pero ya en su época toda esa parafernalia de prestigiosos tópicos románticos comenzaba a desgastarse y se ofrecía a la imaginación de los poetas como las armas inútiles que se conservan en una panoplia de terciopelo ajado.
Poema
Representantes de la Generación de los Decapitados
Arturo Borja
Arturo Borja es el más musical de los poetas modernistas ecuatorianos. Para todo, hasta para los más oscuros y dolorosos sentimientos de melancolía y tedio, halla formas melódicas brillantes. Y dado a esa sostenida musicalización de los motivos, ensaya y combina con capricho versos de variadas medidas y ritmos de insólitos efectos. A todo ello se debe su fina calidad sonora, de tan mágicas resonancias, “Primavera mística y lunar”. Aprendió, de modo ejemplar, este raro adolescente la lección parnasiana y simbolista y rodeó sus impresiones estéticas y evocaciones culturales de un clima de admirable refinamiento.
Poema
Humberto Fierro
En Humberto Fierro damos con la actitud más estetizante del modernismo ecuatoriano. Señorial en sus maneras líricas y celoso de la perfección formal, no es, sin embargo, frío, ni mucho menos. Es un simbolista de corazón unas veces trémulo (¡esos dos últimos versos de “El fauno”!), otras vibrante (el júbilo interior de “Pascua de resurrección”). El poeta, dado, como todos sus compañeros, a saborear tedios y amarguras, sabía que el arte tiene sus poderes y ama las distancias. Y recató sus sentimientos en la rica alusión cultural. Solo el hastío de vivir y la melancolía pusieron una pátina nostálgica en todos esos castillos, cacerías, ojivas de piedra, selvas, náyades, faunos, antigüedades y lacas. Convirtieron lo que en manos de un parnasiano pudieron haber sido espléndidos paneles en postales un tanto tristes de asordinada música. Jugó con las tintas más añejas y nostálgicas de Wateau, Corot y Fragonard, sólo para terminar por sumirse en la más dolorosa desnudez del sentimiento. Apenas un matiz de contención y densidad intelectual separa “Dilucidaciones” de los cantos desgarrados de Noboa Caamaño.
Poema
Ernesto Noboa Caamaño
Ernesto Noboa Caamaño, de sus compañeros es el más directo y desgarrado, el más cordial en la expresión de sus vivencias. De “doloroso expresivismo” habló en su caso Benjamín Carrión. Su musicalidad es menos sutil que la de Fierro y menos armónica y rica que la de Borja, pero es más fácil y libre. En la mayor parte de su obra –y la más característica– el clima es gris y desolado. De un gris desvaído y triste. Y apenas hay clima en poemas como “A mi madre”, que es la nuda queja salmodiada. Cuando el clima se adensa –es el caso de “Emoción de una flauta en la noche” y “Luna de aldea” – es delicadamente nostálgico. Directo y siempre en tonode visceral confesión, Noboa apenas usa más recursos que los patéticos de interrogación, admiración, suspensión, repetición.
Poema
Merardo Ángel Silva
Medardo Ángel Silva se abrió a la poesía bajo el alto patrocinio formal de Rubén Darío, que le enseñó musicalidad sonora y, algo, exotismo de los motivos, y de Herrera y Reissig, maestro de perfección y contención líricas. Pero la sustancia espiritual la tomó de otros lados; de la poesía francesa de finales de siglo: Mallarmé, Verlaine, Rimbaud, Samain; Baudelaire, sobre todo. Y en América, Amado Nervo. Con todo ello, tanto el espectro temático como el registro sonoro del poeta fueron más amplios que los de sus compañeros de promoción, y espectro y registro se abrían a luminosos horizontes cuando un absurdo accidente segó la vida del poeta a los veintiún años.
De 1915 es el libro de madurez del poeta, El árbol del bien y del mal. Dominio del movimiento estrófico, fina captación sensorial y certera metáfora de cuño modernista se ponen al servicio de una lírica de entrañable humanismo y cálida ternura (“Aniversario”). A partir de ese nivel formal y tono se darían ahondamientos y vuelos. En las “Estancias”, al mundo brillante, sensual y sibarita del modernismo de moda (en Ecuador, porque en América declinaba ya), se sobrepone un mundo más extraño y abisal -obscuras llamadas de infancia, vivencias religiosas de culpa y expiación, un amor saturnal-, que afonda hasta la Estancia XIV, agitada por ese hálito de que sólo son capaces los grandes poetas.
Poema
Alma en los labios Poema
CARACTERÍSTICAS DE LA GENERACIÓN DECAPITADA
Este grupo de escritores ecuatorianos escribieron alrededor de esta agrupación literaria, cobijados bajo las siguientes características:
- Promocionaron las drogas, hasta el punto de morir por abusar del consumo de las mismas.
- Los cuatro integrantes de esta agrupación literaria son dueños de lo que callan y esclavos de lo que dicen.
- Luchan contra una sociedad injusta, opresiva y mercantilista, a la que le interesa solo el dinero y las riquezas.
- Se dejan influenciar por el fatalismo de la poesía simbolista francesa.
- Para ellos existe una tremenda nostalgia por la juventud perdida en el consumo de las drogas.
- En los cuatro escritores existe una tremenda desilusión por la realidad, a la que tratan de evadir.
- Para ellos solo existe una atmósfera de desolación, tristeza y nostalgia por la vida que llevan y tratan de evadirla.
- Para ellos la realidad era maldita y no merecía ser vivida.
- Siempre en sus poemas existe presencia de escenarios miserables.
- El representante principal de “La Generación Decapitada” fue Medardo Ángel Silva. Nacido en Guayaquil en 1898, quien compuso letras muy tristes, todas llenas de una nostalgia marcada por la fatalidad. Se suicidó por Ver blogun amor frustrado en 1919, cuando tenía 21 años de edad.
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